La custodia compartida no ‘cuaja’
Las asociaciones de padres separados se quejan de que los cambios en la ley no han servido para hacer que la fórmula se generalice. Hablamos con seis de ellos sobre su batalla legal y personal
NORIÁN MUÑOZ | 17/11/2011 19:23
El 1 de enero de este año entró en vigor el nuevo Código Civil catalán que contempla como preferente la custodia compartida de los hijos en el caso de separación de los padres. Muchos hombres separados vieron esta medida como un pequeño triunfo para luchar en mejores condiciones en los juzgados.
No obstante, la aplicación de la norma no acaba de ‘cuajar’, en parte porque si no hay acuerdo entre los padres para pedirla, la decisión última está en manos del juez. Ángel Cubo, de la Asociación de Padres de Familia Separados (APFS), señala que «no estamos satisfechos con la aplicación de la ley», y asegura que en los juzgados de Tarragona aún se sigue dando la custodia a las madres de forma automática.
Las asociación a la que pertenece Cubo, así como abogados especialistas consultados, sólo tienen conocimiento de una custodia compartida sin acuerdo en lo que va de año en un juzgado de Reus. Del resto, no conocen de ninguna otra en la demarcación, ya que hay otras dos, pero son ratificaciones de medidas que se dictaron el año pasado. También realizamos la consulta a través del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, pero fue imposible obtener los datos.
Mientras, los padres sienten que la ilusión de que la nueva norma cambie las cosas se desinfla. Hablamos con seis de ellos sobre la larga batalla personal y legal que viven para conseguir la custodia de sus hijos. Algunos nombres son ficticios porque temen que airear sus casos les perjudique en los procesos abiertos.
álvaro
41 años
Un hijo de tres años
n Se separó de su pareja en enero de este año, cuando ya había entrado en vigor la nueva norma. Ella se negó a ir un mediador familiar. En las medidas provisionales le dieron dos tardes a la semana y fines de semana alternos para ver a su hijo, aunque él pedía la custodia compartida. Denuncia que lo suyo fue un «cortar y pegar», porque en una parte del escrito los nombres que figuran ni siquiera son los suyos. Explica además que su pareja va en silla de ruedas, así que él siempre se ha ocupado de todos los cuidados de su hijo, un trabajo que ahora hacen los abuelos maternos . Está ahorrando lo que tiene y lo que no para pagar el abogado. Destaca que si le dieran la custodia se puede organizar bien en su trabajo y que no habría demasiados problemas de desplazamiento porque él y su expareja viven muy cerca.
Marc
44 años
Un hijo de 8 años
n Este padre, de origen extranjero se divorció hace cuatro años. Todavía sigue luchando por la custodia compartida de su hijo; su caso está en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Puede verlo tres tardes a la semana y fines de semana alternos. Una de las cosas que más le duele es que han separado al niño del hermano de un año que ha tenido con su nueva pareja. Si le dieran la custodia compartida propone que el niño esté una semana con cada uno. «Los jueces no se dan cuenta de que los niños de ahora tienen muchas casas, no sólo una: la guardería, el colegio, los abuelos y que deben proteger su posibilidad de ser criados por ambos padres... El bien del menor brilla por su ausencia». Cuando le decimos que a muchos hombres se les acusa de querer la custodia compartida para no tener que pasar la pensión, pide que el argumento económico también se use para las madres, ya que muchas no quieren la compartida pensando justo en sus ingresos.
Marcos
40 años
Una hija de diez años
n Se divorció en el 2005 «cuando el divorcio exprés», y todos los abogados que consultó entonces le dijeron que lo de la custodia compartida era «imposible». Cuenta que «es algo que te quema por dentro, te divorcias y dejas de ser padre». Entre semana está con su hija los martes y los jueves de 5 a 8 de la tarde, pero siente que cada vez se está perdiendo más cosas de su infancia. Lamenta que, viviendo tan cerca de la madre y del colegio y teniendo un horario flexible no pueda llevarla a clases ni un día. Una de las cosas que le motiva a luchar es que con su nueva pareja están planeando tener otro hijo y le gustaría que crecieran como auténticos hermanos.
luis
38 años
Una hija de 8 y uno de 5
n Firmó el divorcio hace tres años y su abogado también le dijo que era mejor contar con un buen acuerdo que luchar por la custodia compartida. Ve a sus hijos una tarde a la semana de 5 a 8 y fines de semana alternos. Cuenta que esa tarde entre semana «Es horrible, especialmente en invierno, cuando están allí calentitos, jugando o haciendo los deberes y tienes que sacarlos de casa». Ve a sus hijos 90 de los 365 días que dura el año y los tiene marcados en un calendario. Es autónomo «si es de cambiar la hora de hacer cualquier cosa ya me espabilaré», cuenta pensando en lo que haría si tuviera la compartida. Vive a 100 metros del cole y a 200 de la madre y no entiende porqué no puede llevar a los niños a las actividades extraescolares.
roberto
45 años
Una hija de doce años
n Se divorció hace siete años. Cuenta con amargura que sólo ve a su hija los fines de semana alternos. Hace cuatro años fue a juicio para pedir la custodia íntegra, porque también le pintaron como imposible la compartida. Su abogada se tiró atrás en el juicio y él salió perdiendo algunos de los días de vacaciones que le tocaba compartir con su hija. Ahora vuelve a pedir la custodia compartida en un juicio que se celebrará en febrero. Cuenta que la evaluación psicológica le considera como un padre apto, pero por la mala relación de los padres desaconseja la custodia compartida. Se siente atado de pies y manos porque no hay manera de recuperar el trato con su ex mujer. Ella en algún momento le denunció por acoso. Está en paro y en una situación económica delicada.
Ignacio
37 años
Un hijo menor de 3 años
n Su ex mujer se llevó al niño a otra ciudad cuando tenía dos meses y medio y le anunció por teléfono su intención de separarse. Él hizo muchos esfuerzos para que fueran a la mediación, pero ella se retractó en un último momento. Sólo ve al niño los fines de semana alternos y se lamenta de que ahora que no va a la guardería no pueda pasar más tiempo con él. Este año vuelve a ir a juicio para pedir la custodia compartida y si no fuera posible, en exclusiva. Si las cosas no salen bien esta vez va seguir intentándolo sin tener en cuenta los costes. «Es mi hijo, me va a dar igual arruinarme. Cada vez que pasa el tiempo de duele más». Asegura que «Se nos desprecia si no queremos divorciarnos de nuestros hijos...Se permite que la madre adopte las decisiones sobre la vida del menor de forma unilateral... Todo para que el hijo se olvide que tiene padre, y lo vea como alguien que ha de soportar sus visitas»
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